Aceites esenciales para aliviar el malestar emocional
A veces sufrimos malestar emocional y nos resulta muy difícil identificar qué nos está ocurriendo. Otras, tenemos claro cuál es el origen de nuestro malestar pero no sabemos qué etiqueta define nuestro estado y mucho menos cómo remediarlo. En este artículo, te explicaremos cómo podemos identificar los diferentes estados de ánimo y cómo los aceites esenciales pueden ayudarte a aliviar el malestar emocional.
Principales malestares emocionales que sufrimos como sociedad
La ansiedad, el ataque de pánico, la depresión, el estrés o el insomnio son algunos de los principales estados de ánimo con los que actualmente convivimos como sociedad. A continuación, te explicamos detalladamente cada uno de ellos para que puedas hacerte una idea de los principales síntomas de estas emociones o trastornos.
Ansiedad
A. Cano Vindel define la ansiedad como «una emoción natural que nos pone en alerta ante la posibilidad de obtener un resultado negativo».
Aunque a veces el origen de la ansiedad se desconoce, se trata de una angustia o aflicción que puede verse provocada por las preocupaciones y los problemas de la vida cotidiana (situación laboral, problemas de pareja y/o los hijos, miedos, entre otros), cuando la persona se ve sobrepasada por la situación y no encuentra solución.
La ansiedad es una respuesta de alarma que nos indica que algo no va bien. Desaparece cuando salimos de la situación que le ha provocado, pero si no es así y empeora en el tiempo, puede llegar a convertirse en un trastorno de ansiedad (pánico, fobias, obesidad compulsiva, entre otros).
Algunos síntomas de la ansiedad son: preocupación, miedo, inseguridad, dificultad para decidir, pensamientos negativos, sudoración, tensión muscular, palpitación, temblor, dificultad respiratoria o molestias estomacales, entre otros.
Ataque de pánico
El ataque de pánico es un síntoma agudo de la ansiedad. Es autolimitante y aparece sin previo aviso, mientras la persona está realizando una actividad normal y habitual, experimentando una sensación de terror y miedo.
Los síntomas del ataque de pánico son: taquicardia, palpitaciones, falta de aire, hiperventilación y dolor punzante. También puede aparecer temblor, sensación de hormigueo, sudoración, mareo, debilidad generalizada, incluso náuseas y diarrea. La persona puede incluso perder el contacto con las personas y los objetos del entorno.
Depresión
La OMS define la depresión como un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimiento de culpa o falta de autoestima, trastorno del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
Podríamos decir que una depresión puede ser de origen externo (cuando la persona ha vivido algún hecho concreto que le ha producido la depresión, como la muerte de una familiar o amigo, una separación, problemas laboral, entre otros), o bien de origen interno (cuando se pasa por un período depresivo sin ningún motivo concreto y puede ser producido por una carencia orgánica, como, por ejemplo, vitaminas).
Estrés
El estrés es la respuesta del individuo a cualquier demanda exterior o interior que le suponga un sobreesfuerzo o un cambio, tal y como explica el Dr. Hans Selye, fundador del Instituto Canadiense sobre el estrés.
Debe tenerse en cuenta que un mismo estímulo puede ser una amenaza para una persona y para otra no, en función de nuestra capacidad de adaptación. Puede venir de cualquier situación o pensamiento que nos haga sentir frustrados, furiosos o ansiosos (por ejemplo, empezar un nuevo trabajo, un traslado, casarse, tener un hijo, una lesión o enfermedad propia, de un amigo o familiar, entre otros).
Se puede dividir el estrés en dos grandes grupos, el de lucha o fuga (donde el cuerpo se pone en alerta, dispuesto a responder a la agresión) y el de vigilancia o resistencia (cuando pensamos que las exigencias son superiores a la capacidad, e intentamos escondernos ante la amenaza).
Algunos síntomas del estrés pueden ser: frecuencia cardíaca más rápida, respiración rápida, sudoración, mareo, temblores, boca seca, problemas para dormir, dificultad para concentrarse, ansiedad, dolor de cabeza o de espalda, o cansancio, entre otros.
Insomnio
El insomnio se caracteriza por la dificultad de conciliar el sueño: dormir pocas horas con un despertar precoz, despertarse muchas veces y la percepción de que el sueño es insuficiente y no reparador. Hay varios tipos de insomnio dependiendo de su duración:
- El insomnio es transitorio si dura menos de una semana, causado normalmente por situaciones concretas y pasajeras. Desaparece cuando desaparece la causa.
- El insomnio es de corta duración si dura entre una y tres semanas, y normalmente la causa recae en un trastorno afectivo o factores estresantes (recuperación de una cirugía, por ejemplo).
- El insomnio es de corta duración si dura entre una y tres semanas, y normalmente la causa recae en un trastorno afectivo o factores estresantes (recuperación de una cirugía, por ejemplo).
Aceites esenciales para combatir el malestar emocional
Una vez sabemos lo que nos está pasando, el siguiente paso es identificar qué es lo que nos lo ha provocado. En algunos casos es muy evidente pero en otros no lo es en absoluto. Aparte del tratamiento que nos aconseje el médico, podemos aprovechar las ventajas de los aceites esenciales.
Los aromas de los aceites esenciales nos transmiten sensaciones, nos transportan a sitios, despiertan recuerdos, desbloquean emociones y equilibran nuestro estado de ánimo.
La aromaterapia nos permite trabajar nuestras emociones de una forma más sensorial y más profunda ya que va directamente al sistema límbico, que es el encargado de gestionar la memoria, la atención, las emociones, la personalidad, la conducta, entre otros.
Los aceites esenciales que recomendamos a continuación, y que puedes encontrar en nuestra consulta, pueden ayudarte a combatir los distintos estados de ánimo que hemos visto en este artículo.
Lavanda
* La Lavanda es una buena compañera para combatir el insomnio, la ansiedad general, el estrés y la fatiga mental, ya que nos ayuda a relajarnos. Es sedante, regulador del sistema nervioso, y antiespasmódico.
Manzanilla Romana
* La Manzanilla Romana es como un aceite esencial de rescate porque ayuda en casos de shock emocional. Tiene un efecto sedante y de calma del sistema nervioso, por lo que ayuda también en cuadros de ansiedad.
También es recomendable en casos más graves de insomnio y estrés. Es aconsejable en temporadas de hipersensibilidad emocional e hiperactividad. También es un buen aliado en trastornos digestivos provocados por estrés.
Menta piperita
* La Menta piperita tiene una acción analgésica y antiinflamatoria. Alivia el dolor y ayuda en estado de fatiga física, nervios y abatimiento. Ayuda a frenar y despejar la mente en momentos donde la cabeza entra en pensamientos recurrentes.
Laurel
* El Laurel es un tónico general que aumenta la concentración y regula el sistema nervioso autónomo. Es un estimulante inmunitario y ayuda a hacer frente a los miedos (dando fuerza y claridad para ser más analítico).
Otras recomendaciones para aliviar el malestar emocional
Aparte de los aceites esenciales, no nos olvidamos de recomendarte otras prácticas que te ayudarán en tu día a día para equilibrar cuerpo y mente y recuperar la armonía emocional:
Practicar ejercicio físico
Yoga, pilates, running… El deporte nos activa la mente y nos ayuda a desconectar y a disminuir el estrés y la ansiedad, siempre y cuando no lo llevemos a cabo antes de ir a dormir (a menos que sean técnicas relajantes como la meditación).
Kinesiología
La Kinesiología nos ayuda a identificar el motivo del bloqueo emocional: la emoción y el ámbito, y buscar posibles soluciones para acompañar en este proceso.
– En el ámbito emocional, podemos hacer relajación para bajar el nivel de angustia, buscar la flor de bach que mejor nos vaya por aquella situación,…
– En el ámbito energético, buscaremos si hay algún meridiano que está bloqueado.
– En el ámbito químico, buscaremos si el organismo tiene alguna carencia. Si es así buscaremos algún complemento natural que nos ayude a equilibrar nuestro sistema ya reducir los efectos de lo que nos está pasando (algunos ejemplos pueden ser: cobalto, magnesio, triptófano, germen de trigo, jalea real, vitaminas del grupo B).
Liberación del Pericardio
Cualquier episodio traumático o una situación de estrés o ansiedad puede comportar la contracción del pericardio, la membrana que protege y sostiene nuestro corazón, y trasladar disfunciones a nuestro sistema digestivo y otros órganos de nuestro cuerpo. Conocer su origen, su conexión con las emociones y su interacción con el resto del organismo, se hace fundamental para poder liberarlo y vivir en plenitud.
Bibliografía