A nivel físico, este tipo de terapia consiste en unos estiramientos suaves que favorecen el buen funcionamiento de todo el aparato locomotor, para así liberar tensión y mejorar la circulación sanguínea y linfática. Además, es especialmente efectivo a nivel energético ya que ayuda al equilibrio interno, liberando bloqueos y favoreciendo el proceso de autosanación del cuerpo a través de presiones en diferentes puntos de los meridianos, -los canales energéticos del cuerpo según la medicina china-.
Según la filosofía oriental, la enfermedad se produce cuando hay un bloqueo en el canal energético. Por eso, la base del masaje tailandés es el equilibrio de las dos partes: energético y corporal. De esta manera, fluye la energía de manera natural y favorece la eliminación del “dolor/problema/enfermedad”.