El tratamiento de la presoterapia se realiza con unas botas que funcionan con bombas de aire compresivo controlado.
Estas botas envían una ligera presión desde los tobillos hasta el abdomen, lo que ayuda a transportar rápidamente la sangre y la linfa, favoreciendo el transporte de oxígeno. En conjunto, con la presoterapia ayudamos a restaurar tejidos dañados, eliminar toxinas y estimular el sistema inmunológico.
Como tratamiento reductor, se recomienda realizar 4 sesiones seguidas (una por semana, más 3 sesiones repartidas cada 15 días). En función de la rapidez de los resultados, se reducen o se amplían las sesiones.
En caso de problemas circulatorios o musculares se recomienda realizar 3 sesiones seguidas (una por semana) y luego un mantenimiento en función de cómo se encuentre la persona: lo más habitual es una vez al mes, y en verano 2 veces al mes.
Como complemento del tratamiento, recomendamos realizar ejercicio y llevar una dieta sana y equilibrada.